Página webNoticias Nuestro proyecto agroforestal en Perú
La agrosilvicultura es una práctica de uso sostenible de la tierra con miles de años de antigüedad. Combina árboles, cultivos agrícolas y a veces ganado en un sistema ecológicamente equilibrado. En las selvas tropicales de América Latina, esta práctica se remonta al modo de vida de los pueblos indígenas que han vivido en armonía con la selva desde tiempos prehistóricos sin sobreexplotarla.
Para proteger de forma sostenible la región de Madre de Dios, donde se encuentran nuestras tierras, minimizar las causas de la deforestación y desarrollar fuentes de ingresos alternativas junto con las familias, lanzamos nuestro proyecto agroforestal en diciembre de 2023. Para ello, nos hemos asociado con dos pioneros locales de la agroforestería: Camino Verde y Fundo Ten Paciencia.
Nuestro objetivo es formar a los agricultores en prácticas agroforestales y agrícolas sostenibles. Esto significa, por ejemplo, que no talen el bosque sino que planten sus cultivos a la sombra de grandes árboles. Si la zona ya ha sido talada, se plantan nuevos árboles. Los agricultores que participan en nuestro programa no cultivan monocultivos ni utilizan pesticidas. En su lugar, plantan una amplia variedad de cultivos locales y también mejoran el suelo utilizando técnicas como Terra Preta. De este modo, también evitamos que las plantas sean atacadas por enfermedades. Además, en estas zonas no sólo hace más frío y hay más humedad, sino que el suelo tampoco se lixivia. Esto significa que la tierra puede utilizarse de forma sostenible y a largo plazo para la agricultura.
En los últimos meses, ya hemos llevado a cabo con éxito un proyecto piloto con 15 familias en Monte Grande y hemos establecido parcelas de control y de ensayo, que están siendo objeto de un seguimiento científico permanente con nuestros socios. También estamos investigando el comportamiento y el potencial de producción de las abejas melíferas y silvestres para poder proporcionar en el futuro colonias de abejas a las familias locales.
Hemos plantado muchas palmeras jóvenes de açai, cuyos frutos son conocidos como un superalimento, en nuestras zonas de ensayo.
Además de açai, también hemos plantado café ...
Y estaban realmente ocupados.
Las plantas de nuestra zona de ensayo se miden y comprueban periódicamente.
Así averiguamos qué planta crece bien en qué entorno.
Cada paso está documentado por Šimon, nuestro coordinador agroforestal.
Pero, por supuesto, a Šimon también le gusta ensuciarse las manos...
... como Gabriela, nuestra coordinadora de botánica.
guardabosque Bruno, uno de los nuestros y experto en abejas, nos muestra el estado actual de nuestro proyecto apícola.
Comprobamos qué plantas son especialmente interesantes para las abejas y si ya producen suficiente miel. Estos conocimientos deberían ayudar a los lugareños a desarrollar la apicultura como nueva fuente de ingresos.
Los métodos agroforestales protegen el suelo, los animales, las plantas y las casas de las condiciones climáticas extremas y mejoran al mismo tiempo la calidad del agua.
Al producir productos útiles como alimentos, madera y plantas medicinales, genera beneficios en la economía local.
La agrosilvicultura mejora el hábitat de los polinizadores. La polinización de las plantas por los animales es un componente esencial de los ecosistemas sanos y la base de nuestra producción de alimentos, ya que el 85% de las plantas con flores del mundo dependen de ella.
Es una buena forma de luchar contra el cambio climático, ya que estos métodos ayudan a frenar las emisiones de gases de efecto invernadero.
A pesar de sus numerosos beneficios, la agrosilvicultura aún no se practica a gran escala en muchas regiones de la selva peruana. Esto se debe a menudo a la pérdida de conocimientos, a la falta de recursos como inversiones iniciales, oportunidades de formación y equipamiento, así como a problemas económicos y políticos.
Aunque nuestras áreas protegidas en Perú están protegidas para siempre de la deforestación, muchas familias de los asentamientos vecinos siguen ganándose la vida con la madera, la agricultura y la ganadería. Como este modo de vida agota rápidamente el suelo de la selva, ya de por sí pobre en nutrientes, las comunidades que viven allí necesitan cada vez más tierra para vivir a largo plazo. Aunque se protegieran nuestros yacimientos, a largo plazo se destruirían las zonas circundantes.
Además, la sequía y el calor que siguen a la tala rasa también tienen un impacto negativo en nuestros bosques protegidos. Y queremos colaborar con los habitantes de la región y hacer posible un uso sostenible de la selva tropical.
¿Por qué apoyamos este proyecto como organización de conservación forestal? Es nuestra forma de trabajar con la población local, de implicarla y, de este modo, no sólo garantizar la protección de los bosques, sino también promover el uso sostenible a largo plazo de las zonas vecinas. Y tú también puedes ayudarnos: aproximadamente el 20% de cada donación se destina directamente a la educación medioambiental, incluidos los proyectos agroforestales.
Tenemos grandes planes para los próximos años y seguiremos apoyándole en el desarrollo de este proyecto.