Desde mi infancia me ha fascinado la selva tropical: sus secretos, su vitalidad y la extraordinaria diversidad de su flora y fauna. Esta temprana conexión me inspiró para estudiar biología y me ayudó a comprender que la conservación de la biodiversidad sólo es posible mediante la colaboración con las personas que viven en estas zonas, especialmente los agricultores.
Por esta razón, he centrado mi formación en el desarrollo de métodos para optimizar la producción agrícola y en la valorización de los productos locales para crear valor añadido. De este modo, quiero contribuir a reforzar la economía de los agricultores y, al mismo tiempo, promover la protección de la selva tropical como vía hacia la prosperidad y la sostenibilidad.