Nunca pensé que algún día trabajaría en la conservación de la naturaleza. De pequeña quería ser veterinaria porque tenía una conexión especial con los animales. Pero la vida me llevó por otro camino. Crecí en Piura, en el norte de Perú, rodeada de sol, mar y desierto. Allí aprendí a mirar la naturaleza con asombro. Más tarde, como Girl Scout, descubrí que acampar bajo las estrellas, escuchar el sonido del bosque o hacer senderismo en comunidad no sólo eran grandes experiencias, sino lecciones de respeto, servicio y cuidado.

Aunque mi carrera profesional empezó en el campo de la cultura y la comunicación, la naturaleza siempre ha sido mi refugio e inspiración. Hoy, en Wilderness International, he encontrado un lugar donde puedo combinar estas dos pasiones: comunicar y proteger. Creo que las historias tienen el poder de despertar conexiones y que cada historia sobre el Amazonas puede recordarnos por qué merece la pena proteger lo que nos da la vida.