Cuando era escolar, me enfrenté a la rápida destrucción de la selva tropical de Sudamérica. A pesar de los mejores argumentos a favor de la conservación de los bosques, se han hecho realidad todas las predicciones de pérdida de tierras que entonces no podía imaginar. El compromiso de Wilderness International me liberó de la impotencia de no poder hacer nada por la conservación de nuestro planeta. La compra del terreno, financiada con donaciones, permite preservar a largo plazo los bosques en peligro y, además, mejorar mi huella de carbono, un camino abierto a todos gracias a Wilderness International. No puede ser más concreto y sencillo.