Tras mi primera visita a los bosques autóctonos de la Columbia Británica, supe que en este lugar sentía una paz y una conexión que no encontraría en ningún otro sitio. En mis dos últimos años de estudios, empecé a colaborar como voluntaria con Wilderness International para inspirar a mis compañeros sobre este ecosistema único.
Después de graduarme, me trasladé a Vancouver durante dos años para estudiar conservación medioambiental. Durante este tiempo, también tuve la oportunidad de ir a dos expediciones y ver cómo este lugar obra su magia en los demás, al igual que lo hizo conmigo. Estoy muy contenta de poder compartir estas experiencias con otros trabajando en los proyectos de Wilderness International.